Capítulo 1.

 “Ah... Se me acabaron los condones”.

Mire la caja vacía de condones y me preguntaba quién había sido el idiota que se los había acabado sin tirar la caja pero era yo.

“No me importaría hacerlo sin condón siempre que termines afuera”.

La mujer que se encontraba sobre la cama con la respiración agitada sobre mis hombros es mi compañera de clases, Takai Yuumi.

“No va a suceder. Aún estamos en preparatoria sería realmente malo si quedaras embarazada ¿Deberíamos dejarlo por hoy?”

“Hmm… pero quiero…”

Está muy excitada como para detenernos en este punto.

“Es una molestia pero tendré que conseguir alguno”.

Para este momento en el que me di cuenta que ya no quedaban condones mi cuerpo y mente se habían saciado y para ser honesto, tener que ir a comprarlos era molesto.

“¿Debería acompañarte?”

“No. Iré solo. Además, tendrías que lidiar con ponerte la ropa de nuevo ¿Verdad?”

Me vestí nuevamente y salí de casa.

Realmente esta no era mi casa, es casa de Takai. Su familia está conformada por su madre soltera y una hermana mayor. Pero su madre se pasa trabajando la mayor parte del tiempo así que rara vez está en casa, por otra parte, mencionó que su hermana mayor se la pasa casi todo el tiempo en casa de su novio y esa es la razón de que tampoco regrese a casa a menudo.

No sé más allá de eso, no indague más al respecto porque no estoy especialmente interesado en la situación familiar de alguien más. No pretendo conocerla en profundidad.

“De verdad no quisiera comprarlos en la tienda de conveniencia… Aunque, creo que cerca de aquí hay una máquina expendedora…”

A plena noche vague por la ciudad en busca de condones teniendo fé en mi poco confiable memoria.

“¡Aquí está!”

Parece que fue suerte el hecho de encontrar la máquina expendedora de condones sin perderme. Por si fuera poco, hay pocos transeúntes así que no me preocupo por las miradas curiosas alrededor.

“¿Mmm? ¿Toyama?”

Justo cuando acababa de conseguir de manera exitosa el condón y estaba listo para regresar a casa, alguien me llamaba desde mis espaldas. Me di media vuelta para confirmar la identidad de quién me hablaba, resultó ser una compañera de clases. Rápidamente guarde el condón en mi bolsillo.

Resultaría demasiado problemático el tener que darle explicaciones a un compañero si lo veía.

“¿Uehara-san?”

Era Uehara Marika, una Gal de cabello castaño con un ligero permanente, pertenecía al grupo más popular de la clase. Ella además de linda, tiene un aura de ternura y una buena figura con un busto bastante muy prominente. Esto la ponía en la cima de popularidad de la clase, incluso entre otras clases.

“¿Qué haces por aquí, Toyama-san? Mmm, ¿Acaso lo que escondite en tu bolsillo es…?”

Uehara-san señaló la máquina expendedora de condones que brillaba en la oscuridad, aparentemente fuí visto después de todo. Me alegro de no haber venido con Takai.

“Sí, es lo que crees”.

“Hmm… ¿Lo usarás?”

Uehara-san debió haber sentido mucha curiosidad de que un tipo sombrío como yo, que está en lo más bajo con respecto a popularidad de la clase esté comprando un condón. Aún así, su expresión no era burlona, al contrario, lo decía con total seriedad.

“No. Es un favor por parte de mi hermano. Él me daría algo de dinero con tal de que se lo comprara”.

Usé la mentira más apropiada para el momento, de cualquier manera, no hay forma de que Uehara-san sepa que no tengo hermano.

“Pero, la casa de Toyama no está por aquí ¿Verdad?”

No tengo idea de cómo Uehara-san sabe que mi casa no está por aquí y aún así, siento que ella tiene sospechas sobre mi respuesta.

“Termine haciéndole el favor a mi hermano pero resultaba vergonzoso comprarlos en la tienda de conveniencia así que termine vagando en busca de una máquina expendedora”.

Mentí de nuevo tratando de hilar la mentira anterior.

“Está bien, te creo. Toyama-san no parece ser del tipo que compra esas cosas”.

Su expresión sería se desvaneció hasta convertirse en una expresión cálida.

“Así es, no son para mí. En fin, tengo que irme. Mi hermano está esperando”.

Aunque claramente no es mi hermana quien me está esperando.

Tenía miedo de que la conversación continuará alargándose y terminará metiendo la pata diciendo algo de más. Por eso opté por terminar la conversación.

“Nos vemos en la escuela mañana”.

“Si. Hasta mañana”.

Aunque estamos en la misma clase, nunca había cruzado tantas palabras con Uehara-san hasta hoy. Fue la conversación más larga que hemos tenido.

Ella siempre está rodeada de personas extrovertidas que también forman parte del grupo de los populares de la clase. Yo no soy especialmente bueno con esas cosas así que prefiero no involucrarme.

Mañana en la escuela…

Bueno, realmente no tiene sentido ya que no tenemos nada de que hablar. Ese es el tipo de relación que tengo con Uehara-san.

Después de lograr separarme de Uehara-san fuí directo a casa de Takai. Cuando entre nuevamente en su habitación, allí estaba ella. Durmiendo desnuda y plácidamente sobre su cama.

”…Vamos ¿Cuál es el sentido de haber ido tan lejos?”

Aunque gracias al encuentro de hace un momento con mi compañera de clase, todo mi libido se había esfumado. Sería demasiado molesto tener sexo de esta manera así que así está bien ¿Verdad?

Cubrí a Takai con algunas sábanas para evitar que se enfermará y salí de su casa.

… Espero no se incien rumores raros en clase...

Con ansiedad creciendo en mi cabeza corrí a casa. 

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