“Ah... Se me acabaron los condones”.
Mire
la caja vacía de condones y me preguntaba quién había sido el idiota que se los
había acabado sin tirar la caja pero era yo.
“No
me importaría hacerlo sin condón siempre que termines afuera”.
La
mujer que se encontraba sobre la cama con la respiración agitada sobre mis
hombros es mi compañera de clases, Takai Yuumi.
“No
va a suceder. Aún estamos en preparatoria sería realmente malo si quedaras
embarazada ¿Deberíamos dejarlo por hoy?”
“Hmm…
pero quiero…”
Está
muy excitada como para detenernos en este punto.
“Es
una molestia pero tendré que conseguir alguno”.
Para
este momento en el que me di cuenta que ya no quedaban condones mi cuerpo y
mente se habían saciado y para ser honesto, tener que ir a comprarlos era
molesto.
“¿Debería
acompañarte?”
“No.
Iré solo. Además, tendrías que lidiar con ponerte la ropa de nuevo ¿Verdad?”
Me
vestí nuevamente y salí de casa.
Realmente
esta no era mi casa, es casa de Takai. Su familia está conformada por su madre
soltera y una hermana mayor. Pero su madre se pasa trabajando la mayor parte
del tiempo así que rara vez está en casa, por otra parte, mencionó que su
hermana mayor se la pasa casi todo el tiempo en casa de su novio y esa es la
razón de que tampoco regrese a casa a menudo.
No
sé más allá de eso, no indague más al respecto porque no estoy especialmente
interesado en la situación familiar de alguien más. No pretendo conocerla en
profundidad.
“De
verdad no quisiera comprarlos en la tienda de conveniencia… Aunque, creo que
cerca de aquí hay una máquina expendedora…”
A
plena noche vague por la ciudad en busca de condones teniendo fé en mi poco
confiable memoria.
“¡Aquí
está!”
Parece
que fue suerte el hecho de encontrar la máquina expendedora de condones sin
perderme. Por si fuera poco, hay pocos transeúntes así que no me preocupo por
las miradas curiosas alrededor.
“¿Mmm?
¿Toyama?”
Justo
cuando acababa de conseguir de manera exitosa el condón y estaba listo para
regresar a casa, alguien me llamaba desde mis espaldas. Me di media vuelta para
confirmar la identidad de quién me hablaba, resultó ser una compañera de
clases. Rápidamente guarde el condón en mi bolsillo.
Resultaría
demasiado problemático el tener que darle explicaciones a un compañero si lo
veía.
“¿Uehara-san?”
Era
Uehara Marika, una Gal de cabello
castaño con un ligero permanente, pertenecía al grupo más popular de la clase.
Ella además de linda, tiene un aura de ternura y una buena figura con un busto
bastante muy prominente. Esto la ponía en la cima de popularidad de la clase,
incluso entre otras clases.
“¿Qué
haces por aquí, Toyama-san? Mmm, ¿Acaso lo que escondite en tu bolsillo es…?”
Uehara-san
señaló la máquina expendedora de condones que brillaba en la oscuridad,
aparentemente fuí visto después de todo. Me alegro de no haber venido con
Takai.
“Sí,
es lo que crees”.
“Hmm…
¿Lo usarás?”
Uehara-san
debió haber sentido mucha curiosidad de que un tipo sombrío como yo, que está
en lo más bajo con respecto a popularidad de la clase esté comprando un condón.
Aún así, su expresión no era burlona, al contrario, lo decía con total
seriedad.
“No.
Es un favor por parte de mi hermano. Él me daría algo de dinero con tal de que
se lo comprara”.
Usé
la mentira más apropiada para el momento, de cualquier manera, no hay forma de
que Uehara-san sepa que no tengo hermano.
“Pero,
la casa de Toyama no está por aquí ¿Verdad?”
No
tengo idea de cómo Uehara-san sabe que mi casa no está por aquí y aún así, siento
que ella tiene sospechas sobre mi respuesta.
“Termine
haciéndole el favor a mi hermano pero resultaba vergonzoso comprarlos en la
tienda de conveniencia así que termine vagando en busca de una máquina
expendedora”.
Mentí
de nuevo tratando de hilar la mentira anterior.
“Está
bien, te creo. Toyama-san no parece ser del tipo que compra esas cosas”.
Su
expresión sería se desvaneció hasta convertirse en una expresión cálida.
“Así
es, no son para mí. En fin, tengo que irme. Mi hermano está esperando”.
Aunque
claramente no es mi hermana quien me está esperando.
Tenía
miedo de que la conversación continuará alargándose y terminará metiendo la
pata diciendo algo de más. Por eso opté por terminar la conversación.
“Nos
vemos en la escuela mañana”.
“Si.
Hasta mañana”.
Aunque
estamos en la misma clase, nunca había cruzado tantas palabras con Uehara-san
hasta hoy. Fue la conversación más larga que hemos tenido.
Ella
siempre está rodeada de personas extrovertidas que también forman parte del
grupo de los populares de la clase. Yo no soy especialmente bueno con esas
cosas así que prefiero no involucrarme.
Mañana
en la escuela…
Bueno,
realmente no tiene sentido ya que no tenemos nada de que hablar. Ese es el tipo
de relación que tengo con Uehara-san.
Después
de lograr separarme de Uehara-san fuí directo a casa de Takai. Cuando entre
nuevamente en su habitación, allí estaba ella. Durmiendo desnuda y plácidamente
sobre su cama.
”…Vamos
¿Cuál es el sentido de haber ido tan lejos?”
Aunque
gracias al encuentro de hace un momento con mi compañera de clase, todo mi
libido se había esfumado. Sería demasiado molesto tener sexo de esta manera así
que así está bien ¿Verdad?
Cubrí
a Takai con algunas sábanas para evitar que se enfermará y salí de su casa.
…
Espero no se incien rumores raros en clase...
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