Capítulo 4: Miyamoto-san ataca otra vez.

El día después de que Miyamoto-san me visitó en el almuerzo, dejé de comer mi almuerzo en el salón de clases. Le dije a Yuki que tenía algo que hacer y dejé el salón. Bien, vamos a la cafetería, creo que sería menos llamativo en la parte trasera de la cafetería.

Cuando regresé al salón de clases al final de la hora del almuerzo, Yuki me llamó.

⎯Hey, Shota. Miyamoto-san estuvo aquí hoy otra vez. Se fue cuando le dije que tenías unos asuntos que atender.

⎯Oh, ya veo.

Hui pensando que ella podría volver hoy otra vez y parece que estaba en lo correcto. Es viernes, así que el siguiente día de escuela será el lunes, pero debería ir a la cafetería el lunes también.

⎯Shota, ¿Te estás sintiendo mal? ¿Estás bien?

⎯Si si, estoy bien. No te preocupes por ello.

⎯¿En serio? Dime si tienes algún problema.

No hay manera de que te lo diga. … Es que cuando estoy con Yuki y Miyamoto-san, recuerdo los viejos tiempos y me siento enfermo, o algo como eso.

El quinto y sexto periodo acabaron y era hora de volver a casa. No estaba planeando ningún trabajo ahora así que empaqué mis libros y cuadernos en mi mochila. Yuki tenía actividades de club hoy así que se fue rápidamente. Bueno, eso fue conveniente para mí.

Estaba listo para irme y dirigí mi atención a la puerta. … ¿Por qué estás aquí? No, debí haber esperado esto desde que viniste al salón de clases a buscarme al almuerzo. No, quizá ella no vino a buscarme a mí. Si, estaba un poco inseguro.

⎯Oh, Ishikawa-kun.

No fue así. No sé por qué, pero Miyamoto-san caminaba hacia mí viéndose extremadamente feliz.

⎯Hey, ¿Quieres ir a casa conmigo?

Uh, no quiero. Algo tan sobresaliente.

⎯Lo siento Miyamoto-san, estoy algo apurado.

Eso es todo lo que dije, corrí mientras la dejaba, Escuché una voz detrás de mi decir “Oh…” pero decidí no voltear.

Dejé la escuela y fui a casa. Estoy cansado…. Después de ayudarte una vez, ¿También me pedirás ir a casa contigo? Normalmente, mi cara está escondida, lo cual es algo raro y sospechoso para la mayoría de las personas. Si no me hubiera quitado la mascarilla, ella no habría querido involucrarse conmigo en primer lugar.

Es lunes. He pensado mucho el fin de semana, pero no encuentro ninguna solución. Bien, creo que solamente iré a almorzar a la cafetería como la última vez.

Con eso en mente, abrí la puerta de mi salón de clases. ¿…? Mis compañeros están actuando de forma extraña. ¿Hay algo mal? Bien, por ahora, tomaré asiento.

⎯Oh, Shota.

⎯Oh, Yuki. Buenos días.

⎯Hay un rumor extraño rondando sobre ti.

Dijo Yuki en un tono impaciente.

⎯¿Eh?