Capítulo 1: Primer Día de Escuela.

Yo, Shota Ishikawa, no puedo confiar en las personas, mejor dicho, estoy asustado de creerles. La razón es porque fui traicionado por alguien en quien confiaba en secundaria. Bien, ¿Tal vez no fui del todo traicionado? De todos modos, las personas en las cuales confiaba no me creyeron en lo absoluto. Mis compañeros, mis amigos de la infancia, mis mejores amigos e incluso mi familia me trataron como si fuera una mala persona. Naturalmente, estaba impactado. No quería pasar por eso otra vez. 

Cuando estaba en la primaria, yo era un chico popular. Creo que las personas a mi alrededor pensaban que tenía una cara atractiva, era bueno en los estudios y deportes, y era un chico amable con muchos amigos. Sin embargo, al momento en el que me gradué de secundaria mi reputación cambió a la de “Un chico con una cara atractiva que toma ventaja de su apariencia para meterse con muchas chicas y luego rechazarlas cuando ellas le confiesan sus sentimientos.” Yo podía contar con una mano el número de chicas que rechacé, y de ellas, solo 2 eran conocidas mías, pero una vez el rumor se difundió, no había forma de cambiarlo. 

Me preguntaba qué había hecho mal en la secundaria. Pensándolo, llegué a la conclusión de que ser “bueno” fue un error. Mi vida en la escuela secundaria empezó a ir mal cuando cierta chica confesó sus sentimientos por mí. Ella era una de las chicas más populares en mi clase, pero yo no estaba interesado en el romance, así que la rechacé. Entonces ella empezó a intimidarme, probablemente porque la herí. Bueno, las intimidaciones fueron resueltas en unos cuantos días, pero desde ese día en adelante, mi juventud enloqueció. 

La “alegre y resplandeciente juventud” que yo había soñado en la secundaria no se cumplieron, porque yo fui demasiado brillante. Así que decidí esconder el hecho de que era brillante para obtener la “pacífica y tranquila juventud” que yo quero ahora que estoy en preparatoria. 

Hoy fue el día de la ceremonia de entrada en mi escuela preparatoria. Me miré al espejo para comprobar mi apariencia. Mis ojos están obscurecidos por mi largo flequillo y mis gafas de montura gruesa debajo. Aparte de mi flequillo, no me he peinado en lo absoluto, y está desordenado. Si, se ve bastante simple, si mi cabello se levanta por culpa del viento o algo, las personas podrían ver mi cara, entonces creo que usaré una mascarilla todo el tiempo de forma adicional mientras esté fuera. Pero si usara una mascarilla todo el tiempo, me vería sospechoso, así que solo la usaré mientras esté fuera y sea más probable que mi cabello se levante. 

Casi era hora de irme. Vivo solo en un pequeño departamento, lo cual es inusual para un estudiante de preparatoria. Hay numerosas razones por las cuales vivo solo, unas cuantas son para practicar para el futuro y que la escuela está un tanto lejos, pero la razón principal es que no quería estar en casa. Cuando estuve en secundaria perdí la confianza de mi familia y me sentía incómodo. Por lo tanto, cuando empecé la preparatoria le pregunté a mis padres si podía vivir solo. 

Me puse una mascarilla, salí de casa, cerré la puerta y caminé a la estación de tren. 

Después de caminar por aproximadamente 10 minutos, llegué a la escuela. Muchos estudiantes están reunidos al lado de la entrada principal de la escuela. Probablemente porque los carteles sobre las ubicaciones de las clases estaban ahí. 

¿En qué clase estoy?... Ahí está, clase A. 

Paré de pensar cuando llegué a ese punto. Fue porque el nombre que vieron mis ojos, Sumika Hosokawa, es un nombre que he visto mucho desde antes que empezara la escuela primaria. Era el nombre de una chica cuyos padres vivían cruzando la calle y a quien he conocido desde antes de entrar en la escuela primaria. Era el nombre de una amiga de la infancia quien fue la razón principal o secundaria de mi colapso mental en la escuela secundaria. 

Oh… mi vida de preparatoria podría terminar pronto. 

Demasiada mala suerte. La primera cosa que me sorprendió fue que estábamos en la misma escuela. No lo sabía, porque no he hablado con ella desde las vacaciones de verano de mi tercer año de secundaria. 

¡O quizá solo sea el mismo nombre! Sumika Hosokawa es un nombre bastante común. Creo que he visto ese nombre al menos 5 o 6 veces en mi vida. Si, solo debe ser el mismo nombre. 

Con eso en mente, fui a mi salón de clases con una leve esperanza. 1-A es el salón al final del tercer piso. Abrí la puerta, tratando de mantener el traqueteo de la puerta lo más silencioso posible.  

 ... ¡Bien! ¡No está aquí! ¡Puede que en serio solo sea el mismo nombre! 

No había señales de Sumika dentro del salón. De un rápido vistazo, parecía no haber nadie que conociera. Probablemente nadie en este salón sabe de los rumores sobre mi en secundaria. Estuve tentado a señalar a los estudiantes que supieran de ello, uno por uno, pero eso me haría destacar así que busqué mi asiento y me senté. Ya que me llamo Shota Ishikawa, estuve siempre en el frente del salón, pero parecía que este no era el caso. Me sorprendió cuando vi que, en esta preparatoria, los estudiantes se sientan por su número de asistencia empezando desde la parte de atrás del salón. Me preguntaba si sería más fácil ver la clase desde la parte de atrás cuando se mira al atril. Por eso mi asiento era el penúltimo del salón, el segundo más cerca al pasillo. En otras palabras, mi número de asistencia es el número 2. Por el momento, solo jugaré con mi celular. 

Después de un rato, el maestro, quien era probablemente mi maestro de aula, entró al salón. Al mismo tiempo, sonó la campana. … 

Uhmm, Pensando en ello, ¿Será Sumika Hosokawa una persona diferente con el mismo nombre? 

Con eso en mente, dirigí mi mirada al asiento de Hosokawa-san que había comprobado anteriormente. Sentada ahí había una chica hermosa con largo cabello negro y unos ojos y nariz bien definidos; Aunque, ella me estaba viendo con una expresión terrible que arruinaba tan bella apariencia. Era sin lugar a duda mi amiga de la infancia. Nuestros ojos se encontraron e hice un gesto de mirar a la ventana apenas cambiando la dirección de mi mirada. En ese momento, si inmediatamente hubiera bajado la mirada, habría sido obvio que la estaba observando, así que solo miré a la distancia y traté de ser vago a cerca de eso. 

Después de eso, escuché al profesor de aula presentándose a si mismo y luego dirigiéndose a la ceremonia de entrada. La ceremonia de entrada terminó antes de que lo notara ya que estaba pensando sobre Sumika. 

Entonces, regresamos al salón de clases y el maestro de aula se presentó nuevamente. Después de eso, fue finalmente el momento para que los estudiantes se introdujeran a si mismos. El primero fue Abe, quien estaba a la par mí. Después de la auto presentación de Abe, era mi turno. 

⎯Soy Shota Ishikawa. Estuve en el club de bádminton en secundaria, y espero trabajar con todos ustedes el resto del año. 

Perfecto. Terminé mi auto presentación con mi nombre, mis actividades de club en secundaria y mis mejores deseos para el año, así que me senté. Si solo hubiera dicho mi nombre y hola, habría dejado una impresión duradera, pero con esto, lo único reconocible sería “Oh, él estuvo en el club de bádminton…” lo cual será olvidado dentro de 3 presentaciones más. 

Después de eso escuché las auto presentaciones una por una. Una vez tienes una cara y el nombre, difícilmente los olvidarás, así que debes concentrarte en escuchar las presentaciones. 

Ahora, la siguiente es… Oh, no necesito escuchar esta. 

⎯Soy Sumika Hosokawa, Es un placer conocerlos. 

Es el tipo de presentación que deja una impresión duradera en mí. No estoy seguro de qué hacer con eso. Me pregunto si estaba nerviosa. De cualquier forma, no es de mi incumbencia. 

Después de las últimas presentaciones y repartir los folletos, el primer día de escuela estaba terminado. 

⎯Hey, Ichikawa-kun, ¿Estuviste en un club de bádminton? 

⎯Oh, sí. 

⎯Yo también estuve en un club de bádminton. 

⎯Oh, ¿En serio? ¿Jugarás en preparatoria también? 

⎯Sí. ¿Qué hay de ti, Ishikawa? 

⎯No, no creo que yo vaya a jugar en preparatoria. 

⎯Oh, ya veo… que mal. 

La persona que me habló fue Yuki Abe, quien tiene el número de asistencia uno. Lo lamento, pero he decidido no participar en ninguna actividad de club en preparatoria. Es algo bueno que no les haya dicho sobre todas mis actividades de club en secundaria. Bueno, ahora ya es tarde. 

Después de la conversación, yo dije “te veo luego”, como ya estaba a punto de salir del salón de clases, Abe dijo “Hey, ¿Puedo caminar contigo hasta que tengamos que separarnos?”, y me siguió. 

Después de eso, empezamos a hablar sobre el tema en común de bádminton, el cuál acabábamos de encontrar, luego hablamos sobre otros temas y nos separamos. Estaba preocupado de no ser capaz de poder hacer amigos en preparatoria, mejor dicho, no ser capaz de considerarlos como “amigos”, pero parece que mis miedos dieron justo en el blanco. En secundaria, yo habría sentido como si hubiera hecho un nuevo amigo, pero ahora no me sentía de la misma manera. Creo que estoy más traumatizado a la idea de tener amigos de lo que pensaba. Bueno, supongo que no tiene remedio. No quisiera sonar grosero cuando digo que me estoy rehabilitando, pero Abe no parece ser una mala persona, y haré todo lo posible para hacerlo sentir como un amigo.

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